¿Cómo nació la oración para sanar la depresión y quién fue el primero en expresar su devoción a la Virgen de la Sonrisa?
Algunas devociones surgen de la experiencia personal de quienes, atormentados por algún dolor, han encontrado consuelo y apoyo en Jesús o en la dulce imagen de su madre, María. Este es el caso de la Oración para sanar la depresión, nacida de la devoción de Santa Teresa del Niño Jesús a la Virgen.
Santa Teresa, o Santa Teresita del Niño Jesús, dejó un modelo de espiritualidad único y de fe sentida y conmovedora. Y esto a pesar de que murió muy joven, con solo veinticinco años, después de una vida pasada en gran parte en clausura. Su amor por Jesús se expresaba en cada gesto, en cada acción, y estaba hecho de cosas sencillas y cotidianas. Nació del abandono absoluto al amor de Dios, que era inevitable, una vez que tomamos conciencia de que no somos nada, frente al Altísimo, criaturas frágiles, humildes, necesitadas de protección y de una guía amorosa y segura. He aquí la maravilla de la fe de Santa Teresa del Niño Jesús, que nunca dejó de sentirse niña ante la plenitud del amor de Dios, y en ese sentimiento de sentirse pequeña y frágil radicaba su riqueza, una riqueza que nacía de la pobreza, de la necesidad de sentirse llenos de Gracia y de Amor.
Santa Teresa de Lisieux y el milagro de las rosas
Se habla mucho sobre la tendencia que ha tenido lugar en los últimos años de usar joyas religiosas sin comprender completamente su significado.
Pero ¿cómo surge la devoción de Santa Teresa a la Virgen de la Sonrisa? Mientras tanto, no podemos dejar de pensar que la sonrisa es una prerrogativa de la Virgen, la Madre por excelencia, y como tal siempre dispuesta a regalar a todos sus hijos, especialmente a los más frágiles y vulnerables, la dulce sonrisa que sólo una madre puede donar. La sonrisa que consuela, que alienta, que infunde la fuerza para hacer frente a cada trampa, para soportar cada carga.
¿Cuál es la diferencia entre Veneración, Devoción y Adoración?
La veneración, en el ámbito religioso, es el acto de honrar a Dios, la Virgen, un Santo…
Santa Teresita del Niño Jesús padeció desde muy joven diversos trastornos que minaron su cuerpo y su espíritu. Entre otras cosas, sufría de depresión y ataques de pánico, lo que la obligaban a guardar cama incluso durante días. Pues bien, la Santa contó que el 13 de mayo de 1883, fiesta de Pentecostés, mientras contemplaba la imagen de la Virgen desde su lecho de dolores, le pareció que ésta le sonreía. Una sonrisa muy dulce, tierna, que la hacía parecer aún más bella y amable, y que tocó el corazón de Santa Teresa de niña hasta el punto de conmoverla y hacerla llorar. La conciencia de que esa sonrisa encantadora era sólo para ella, un regalo de la Madre de todas las madres, la hizo sanar de toda angustia.
Así nació la Virgen de la sonrisa, uno de las advocaciones marianas con las que la Virgen es conocida y adorada en el mundo. Fue Santa Teresa quien quiso contar su experiencia, primero a su familia, luego al Carmelo de Lisieux, donde tomó sus votos. De hecho, fue gracias a las órdenes carmelitas que esta particular devoción se extendió por todo el mundo.
Pero Santa Teresa hizo más. A su experiencia de fe y sanación debemos una oración particular dedicada a la Virgen como auxiliadora de los atormentados por la depresión y en general por los trastornos psiquiátricos y las enfermedades que envenenan el cuerpo a través de la mente. Al igual que Santa Teresa, muchas personas se han recuperado de la depresión o han encontrado alivio de enfermedades y trastornos del alma recitando esta oración.
Aquí está el texto de la oración a la Virgen de la Sonrisa.
Al final de la oración es oportuno rezar 2 Avemarías para recordar las dos lágrimas de alegría que resbalaron por las mejillas de Santa Teresa del Niño Jesús el día que la Virgen le sonrió.
Oh María, Madre de Jesús y nuestra,
que con una clara sonrisa te dignaste consolar
y curar a tu hija Santa Teresita del Niño Jesús de la depresión,
devolviéndole la alegría de vivir
y el sentido de su existencia en Cristo Resucitado.
Mira con maternal afecto a tantos
Hijos e hijas que sufren con la depresión,
trastornos y síndromes psiquiátricos y males psicosomáticos.
Que Jesús Cristo cuide y de sentido a la vida de tantas personas,
cuya existencia a veces está deteriorada.
María, que su hermosa sonrisa no deje que
las dificultades de la vida oscurecen nuestra alma.
Sabemos que sólo tu hijo Jesús puede satisfacer
los anhelos más profundos de nuestro corazón.
María, mediante la luz que brota de tu rostro,
transparenta la misericordia de Dios.
Que tu mirada nos acaricie, y nos convenza de que
Dios nos ama y nunca nos abandona,
y tu ternura renueve en nosotros la autoestima,
la confianza en las propias capacidades,
el interés por el futuro y el deseo de vivir feliz.
Que los familiares de los que sufren con la depresión
Ayuden en el proceso de curación, nunca considerándolos
farsantes que usan la enfermedad con intereses de comodidad,
sino que los demás los valores, escuchen, comprendan y animen.
Virgen de la Sonrisa, alcánzanos de Jesús la verdadera curación
y líbranos de alivios temporales e ilusorios.
Curados, nos comprometemos a servir con alegría,
Disposición y entusiasmo a Jesús como discípulos misioneros,
con nuestro testimonio de vida renovada.