La oración del buen humor: la favorita del Papa Francisco

La oración del buen humor: la favorita del Papa Francisco

Octubre es uno de los meses dedicados al Santo Rosario, pero hay otras formas de acudir a Dios todos los días. Aquí está la oración del buen humo

La elección de identificar el mes de octubre como uno de los meses dedicados al rezo del rosario se deriva de un hecho histórico: el 7 de octubre de 1571 la Liga Santa ganó la Batalla de Lepanto contra el Imperio Otomano, provocando el declive del dominio musulmán en Europa. El Papa Pío V, que había bendecido el estandarte de la Santa Liga, declaró que era la intercesión misericordiosa de la Virgen María la que conducía a los cristianos a la victoria, y consagró el 7 de octubre a Nuestra Señora de la Victoria. Su sucesor el Papa Gregorio XIII cambió la advocación a Nuestra Señora del Rosario. Pero ¿qué tiene que ver la oración del buen humor con esta historia y con octubre, mes del rosario?

Octubre el mes del Santo Rosario

Te puede interesar:

Octubre: el mes del Santo Rosario
¿Qué relaciona el mes de otoño con lo que quizás sea la forma devocional más importante y extendida en el mundo?

“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación” (Tesalonicenses 5:16-18). Así nos exhorta San Pablo, recordándonos que Dios es alegría y que todos estamos invitados a mantener el buen humor incluso en los momentos más difíciles, incluso cuando los pensamientos, las preocupaciones y las vicisitudes de la vida se vuelven más apremiantes. Y el Papa Francisco también parece estar firmemente convencido de esto, porque desde hace muchos años reza todos los días una oración del buen humor que no es sólo un acto de devoción y fe, sino también una especie de estímulo personal para no perder la sonrisa y el sentido del humor en todo momento.

He aquí, entonces, cómo podemos orar en este mes especial, por un lado, recordando que octubre es el mes del rosario y que podemos dirigirnos a la Virgen y a Dios con esta poderosa y única oración, un verdadero instrumento de oración personal y salvación comunitaria, quizás inspirándonos en Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos. Por otro lado, no perdamos el buen humor y el sentido del humor, e imitemos al Papa Francisco y su oración del buen humor, escrita hace muchos siglos por Santo Tomás Moro y que sigue siendo tan actual, todos los días.

La Virgen y Santo Domingo de Guzmán

Santo Domingo de Guzmán estaba animado por una ferviente y profunda devoción a la Virgen. Fue precisamente con motivo de una aparición de la Virgen que ésta le entregó el Santo Rosario. El Santo había sido secuestrado por piratas y viajaba en un barco azotado por una tormenta, y la Virgen le obsequió el Santo Rosario como única salvación del naufragio y muerte de todos ellos. El Santo avisó a sus secuestradores, quienes lo escucharon, e inmediatamente la furia del mar se calmó. Los piratas fueron los primeros miembros de la Cofradía del Rosario.

Gracias a Santo Domingo y a la orden de predicadores que fundó, el Rosario adquirió la forma que aún hoy conocemos y practicamos, con el papel central de la Virgen María y el movimiento circular que expresa el camino espiritual de los fieles, su movimiento progresivo hacia Dios. En este mes y siempre debemos utilizarlo como herramienta de meditación y oración personal.

Santo Domingo de Guzmán

Te puede interesar:

Santo Domingo de Guzmán y la entrega del rosario
Santo Domingo de Guzmán, el santo enamorado de Cristo, vivió su vida dividiéndose entre la predicación y la oración.

La oración del Papa Francisco

El Papa Francisco ha contado en varias ocasiones cuáles son las oraciones que prefiere y cuáles le acompañan cada día. El Pontífice comienza cada día con el Oficio matutino, una de las Horas canónicas que forma parte de la Liturgia de las Horas y que originalmente se celebraba al amanecer. El Oficio se abre con el versículo introductorio del Salmos 69 “Oh Dios, sálvame”, seguido del Gloria y la aclamación Aleluya.
El Papa continúa su día de oración rezando el Rosario y por la noche se detiene durante una hora frente al Santísimo Sacramento para la Adoración Eucarística nocturna. También habla de una oración especial que recita la noche antes de acostarse, que comienza con la súplica “¡Señor, si quieres, puedes purificarme!”, seguida de cinco Padrenuestros, uno por cada llaga de Jesús.

Finalmente, como comentábamos al principio, el Papa recita la oración de buen humor de Tomás Moro, el célebre político y humanista inglés que vivió a finales del siglo XV y XVI y fue proclamado santo después de ser ejecutado por no aceptar el Acta de Supremacía del Rey de Inglaterra sobre la Iglesia y no querer desconocer al Papa.

Oración del buen humor

Concédeme, Señor, una buena digestión, y también algo que digerir.

Concédeme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla.

Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante el pecado, sino que encuentre el modo de poner las cosas de nuevo en orden.

Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento, las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no permitas que sufra excesivamente por ese ser tan dominante que se llama: “YO”.

Dame, Señor, el sentido del humor. Concédeme la gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegría y pueda comunicársela a los demás.

Así sea.