Los gaiteros, los personajes más famosos del pesebre napolitano

Los gaiteros, los personajes más famosos del pesebre napolitano

Los gaiteros son uno de los personajes más conocidos y amados del Pesebre napolitano. Pero ¿cómo nacen estas figuras tan queridas por el folclore?

Entre los numerosos personajes característicos que animan el Pesebre napolitano, hay una ‘pareja’ particular que nunca puede faltar. Se trata de los dos gaiteros, uno más viejo, que toca la zampogna (gaita doble tradicional del sur de Italia), y otro más joven, que toca la chirimía antigua, una especie de flauta de sonido agudo. Ambos se visten de pastores y suelen situarse junto a la gruta o la cabaña de la Natividad. Parece ser que los dos gaiteros ya estaban presentes en el Belén montado por San Francisco de Asís en Greccio en 1223. Esto se debe a que la tradición de los gaiteros es realmente muy antigua, perdida en un pasado envuelto en leyendas y paganismo, y sólo con el tiempo el cristianismo codificó sus figuras, convirtiéndolos en los personajes que conocemos.

Los personakes del belen napolitano

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Lo cierto es que la presencia de los gaiteros de Navidad, que tocan por las calles de pueblos y ciudades durante los días de fiesta, ataviados con trajes típicos, ha sido una constante recurrente en casi todas las regiones de Italia durante siglos y sigue estando muy extendida en la actualidad. En realidad, en las regiones meridionales y en las zonas rurales en particular, el sonido de la gaita y la presencia de gaiteros se asocian a las fiestas no sólo en la época navideña, sino durante todo el año. Con la trashumancia, las migraciones y el desplazamiento de trabajadores del sur al norte, la tradición se expandió y las actuaciones de gaiteros se extendieron a casi todas partes, sobre todo en el periodo navideño. Manteniéndose dentro de la época navideña, los gaiteros suelen empezar a moverse en torno a la Novena de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre, cuando se les puede oír por las calles entonando sus melodías dedicadas a la Virgen Inmaculada. Su repertorio se compone de música y canciones típicas de la tradición.

En Nápoles, en particular, la tradición de los gaiteros que tocan está tan arraigada que sería imposible pensar en la Navidad sin que el sonido de sus instrumentos proporcionara un fondo constante a los días de fiesta. Y ello a pesar de que a lo largo de los siglos se ha intentado limitar su presencia.

Quiénes son los gaiteros

La tradición asocia el nacimiento de los gaiteros con el Dios Pan, deidad griega vinculada al mundo de la ganadería y los pastores. Símbolo de ‘todo’, Pan se representaba a menudo tanto con características masculinas como femeninas, en particular con objetos e instrumentos que hacían referencia a los dos sexos. La gaita sería una evolución de la flauta, o siringa, tocada por Pan. Se compone de un saco, llamado odre, hecho de piel de cabra u oveja, del que parten tubos de viento, algunos destinados a tocar una nota fija (bordón), otros utilizados para entonar la melodía. El odre se llena de aire y funciona como un depósito, lo que permite al músico mantener un sonido de fondo constante incluso cuando recupera el aliento. Serían los sacerdotes de Pan quienes habrían ideado este instrumento, que engloba las características masculinas y femeninas de su Dios en una unión cósmica. Pan era asociado con el solsticio de invierno, una fiesta que celebraba el renacimiento del sol y que con el tiempo se transformó en la Navidad cristiana. Del mismo modo, la gaita se transformó de instrumento pagano en uno de los símbolos por excelencia de la Navidad, vinculado a un entorno de pastores errantes que, con la llegada del invierno, descendían de los pastos de las montañas a las aldeas y ciudades de las llanuras. Aquí, para ganarse la vida, entonaban sus quejumbrosas y evocadoras cantinelas.Gaitero

En Nápoles, en el siglo XVIII, los gaiteros procedentes de las montañas acompañaban con sus instrumentos los cantos de oración, dirigidos por Alfonso María de Ligorio, autor entre otras melodías de Bajas de las estrellas. Hoy en día existen en Nápoles asociaciones creadas para preservar estas fascinantes figuras de la tradición navideña y no sólo, que la modernidad corre el riesgo de hacer desaparecer.

Las estatuillas del belén

Entre los numerosos personajes que acuden a celebrar el nacimiento de Jesús, los gaiteros ocupan siempre un lugar destacado. Son pastores, a menudo acompañados por un pequeño rebaño, y entonan sus melodías en la cabaña, para consolar a la Sagrada Familia y arrullar al Niño Jesús.

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Más económicas, pero igualmente de gran efecto, el Hombre que toca la gaita es adecuado para un Belén con estatuillas de unos 16 cm de altura, mientras que el pequeño Tocador de gaita del Belén Fontanini es de resina, de sólo 4 cm de altura, pero fabricado íntegramente en Italia y finamente pintado a mano por artesanos especializados en Belenes.