Las apariciones de San Miguel Arcángel

¿Alguna vez has visitado el Santuario de San Miguel Arcángel? Fue construido después de una aparición de San Miguel Arcángel; aquí está la historia de las 5 apariciones de San Miguel.

La historia del Santuario de San Miguel Arcángel, en Monte Sant’Angelo, en la provincia de Foggia, comienza en el 490 d.C., año en que, según la tradición, el Santo Guerrero entre los Arcángeles apareció a San Lorenzo Maiorano. En el lugar de la aparición, tres años después, se construyó el primer santuario. En los siglos siguientes San Miguel volvió a aparecer: he aquí las 5 apariciones transmitidas por la tradición. En algunos casos, las apariciones se cuentan con diferentes detalles, pero los episodios fundamentales se repiten en todas las versiones.

La aparición del Toro

Tras la primera aparición de San Miguel, se identificó el lugar donde se encuentra el Santuario de Monte Sant’Angelo. Se le llama «del Toro» porque la historia, transmitida con variantes de la tradición, cuenta que un rico terrateniente del lugar, perdió su mejor toro, lo siguió y lo encontró en una cueva. Incapaz de alcanzarlo debido a una fuerza misteriosa que lo mantenía fuera de la gruta, el hombre disparó una flecha al toro: la flecha rebotó hacia atrás, golpeándolo. Según algunas tradiciones, mientras caía por la herida, vislumbró a un ángel guerrero blandiendo una espada de fuego. El hombre corrió a contarle el hecho al obispo Lorenzo Maiorano, quien convocó tres días de oración a San Miguel Arcángel. Al final del tercer día, San Miguel se apareció al obispo en un sueño, confirmando el milagro y pidiéndole que le consagrara la cueva. Sin embargo, Maiorano, quizás por la inaccesibilidad del lugar, quizás por haber sido sede de cultos paganos, vaciló antes de seguir las palabras del Arcángel.

La aparición de la Victoria

La segunda aparición es del «de la Victoria». La noche anterior a una batalla de los lombardos contra los bizantinos, que según la tradición tuvo lugar algunos años después del primer episodio, pero tal vez algunos siglos después, San Miguel se apareció de nuevo al obispo San Lorenzo Maiorano, anunciándole que, al día siguiente, la victoria, le habría sido asegurada a instancias del santo. La batalla del día siguiente estuvo acompañada de terremotos, rayos y relámpagos y terminó con la victoria. Esta fecha sancionó el día dedicado a la veneración del santo: el 8 de mayo.

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La aparición de la Dedicación (o de la Meditación)

La tercera aparición tuvo lugar poco después del episodio de la Victoria. San Lorenzo Maiorano, apoyado por otros obispos y por el Papa, se convenció de completar la tarea de consagrar la cueva de San Miguel. Sin embargo, no estaba seguro de cómo hacer esto. Entonces el arcángel se le apareció nuevamente para decirle que el lugar no necesitaba consagración humana, puesto que ya había sido consagrado por la misma presencia de San Miguel. Maiorano y algunos otros obispos fueron al lugar: era verano y hacía mucho calor, pero, por milagro, unas águilas protegieron a los obispos del sol con la sombra de sus alas. Una vez en el lugar vieron un altar tosco de piedra con un paño y una cruz: realmente San Miguel había consagrado milagrosamente el lugar, listo para la celebración del sacrificio. En la piedra también encontraron un signo tangible de la presencia del arcángel: la huella del pie de San Miguel.

La aparición en la mole Adriana

Una cuarta aparición ocurrió al Papa San Gregorio Magno. Mientras la peste postraba a Roma, San Miguel se apareció al pontífice anunciando el fin de la epidemia. En el sueño, San Gregorio vio al Arcángel sobre la mole Adriana. Cuando se cumplió la predicción del arcángel, San Gregorio Magno cambió el nombre de la mole Adriana por el de Castillo de Sant’Angelo, nombre que aún hoy conserva el lugar.

La aparición de la peste

Incluso la aparición más reciente ocurrió durante una pestilencia que asoló el sur de Italia en 1656. El arzobispo Alfonso Puccinelli, al no encontrar fuerzas humanas para oponerse a la peste, invocó la intervención de San Miguel con oraciones y ayunos. El santo se apareció a Puccinelli encomendándole la tarea de bendecir las piedras de la gruta del santuario y tallar en ellas las iniciales M. A. (Miguel Arcángel). Cualquiera que guardara estas piedras, o solicitara tenerlas, estaría protegido de la peste. El milagro condujo a la salvación del pueblo y al fin de la pestilencia. El arzobispo, en honor al arcángel, mandó erigir un monumento con esta inscripción: «Al Príncipe de los Ángeles Vencedor de la Peste Patrón y Tutelar monumento de eterna gratitud Alfonso Puccinelli 1656».

Otras apariciones y santuarios de San Miguel

Además de estas apariciones, el arcángel San Miguel apareció en otros contextos y países, como por ejemplo en San Auberto, obispo de Avranches. El arcángel le pidió que construyera la Abadía del Monte Saint-Michel en Francia. Cuenta la leyenda que el obispo no escuchó la petición hasta que San Miguel le perforó el cráneo con el dedo, que aún hoy se conserva en la catedral de Avranches. El santuario de Monte Saint-Michel se encuentra en una línea recta, llamada Línea Sacra de San Miguel Arcángel, que conecta siete santuarios dedicados a él en diferentes países: el Monasterio de Skellig Michael (Irlanda), la abadía de St. Michael’s Mount (Cornualles – Inglaterra), la abadía del Monte Saint-Michel (Normandía – Francia), la Sacra de San Miguel (Piamonte – Italia), el Santuario de San Miguel Arcángel (Monte Sant’Angelo – Italia), el monasterio de San Miguel Arcángel De Panormitis (Isla de Symi – Grecia), el monasterio de Stella Maris en el Monte Carmelo (Haifa – Israel).