La muerte de San José: el ejemplo perfecto de una muerte feliz

Poco se sabe sobre el padre terrenal de Jesús, pero hay algunas historias sobre la muerte de San José, el santo patrono de la buena muerte.

A pesar de su importante papel en la historia del Evangelio, San José sigue siendo un personaje del que sabemos muy poco. En los capítulos dedicados al nacimiento de Jesús y su infancia es un actor fundamental: San José se casa con María, embarazada del Espíritu Santo, confirmado en un sueño por los ángeles; juntos van a Belén para el censo y huyen a Egipto para escapar de la persecución de Herodes. Luego regresan a Nazaret.

El último episodio en el que vemos implicado a José es el de la pérdida y posterior hallazgo de Jesús en el Templo de Jerusalén. Años más tarde, el mismo Jesús es identificado como «el hijo del carpintero» por personas que conocían a su familia, durante la predicación de Jesús en su tierra natal. Del episodio de Jesús en el Templo, narrado en Lucas 2, 41-50, no hay otras noticias en los evangelios canónicos de la vida o incluso de la muerte de San José.

Muerte de San José

Dado que la figura de San José nunca interviene, ni es nunca nombrado, durante la predicación de Jesús – mientras se habla de María y su intervención, como en el episodio de las bodas de Caná -, la mayoría de los estudios bíblicos piensan que José murió antes de la crucifixión de Jesús. Lo confirma también el hecho de que el padre putativo de Cristo no esté presente bajo la cruz en el momento de la muerte de Jesús, y que Jesús mismo encomiende a María a San Juan Apóstol, para que la acoja en su casa. Si José hubiera estado todavía vivo, esto no habría sido necesario.

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Estatua San José con el Niño Jesús de madera pintada

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Otros datos, más legendarios que históricos, provienen del apócrifo “Historia de José el carpintero”, del siglo VI. Según este documento, José vivió hasta los 111 años y luego, azotado por la enfermedad, murió en los brazos de sus seres queridos, María y Jesús.

La muerte de José también es contada por la Venerable María de Jesús de Ágreda, una mística española que escribió sobre este episodio. Según su relato, José se arrodilló a los pies de Jesús cuando sintió que la muerte se acercaba, pero Jesús le tomó la cabeza entre las manos y lo apretó contra sí. En aquella ocasión José expresó una oración confiada y agradecida a Dios-Jesús, oración de alabanza, acción de gracias e invocación.

Jesús respondió con estas palabras: «Padre mío, descansa en paz y en la gracia de mi Padre celestial y mía. A mis profetas y santos, que te esperan en el limbo, dales alegres nuevas de que llega ya su redención «. José murió así, en compañía de Jesús y María, custodiado por la familia más amorosa que jamás haya existido sobre la Tierra.

Precisamente por esta dulce y buena muerte, en compañía de dos personas tan santas y perfectas, San José es considerado el santo de la buena muerte, invocado para acompañar a los que están próximos a la muerte y pedir asistencia en el momento del paso a mejor vida.

Oración a San José para pedir una buena muerte

Dado su papel de intercesor en el momento de la muerte, San José puede ser invocado con la oración para pedir una buena muerte. Aquí hay una forma corta de la oración:

Oh, bendecido, José,

que entregaste tu último aliento en los brazos de Jesús y María,

obtén para mi esta gracia, oh santo José, para que pueda respirar mi alma en alabanza,

diciendo en espíritu si soy incapaz de hacerlo en palabras:

“Jesús, José y María, les doy el corazón y el alma mía”.

Amén.

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