Con la Ordenación Presbiteral, un hombre se convierte en sacerdote a todos los efectos. He aquí cómo tiene lugar el rito, cómo cambia su vida, y cómo amigos y parientes pueden demostrar su cercanía con un regalo único
Índice
Hoy hablamos de la Ordenación Presbiteral, uno de los siete Sacramentos. En primer lugar, debemos entender qué se entiende en la religión cristiana católica por presbítero. Se trata de un miembro de la Iglesia investido de autoridad para presidir las ceremonias religiosas, guiar a la comunidad y predicar la palabra de Dios. En la práctica, es lo que comúnmente llamamos Sacerdote, encargado de impartir los Sacramentos, realizar todas las tareas pastorales y, eventualmente, presidir una parroquia como párroco. La palabra deriva del griego presbýteros, «más anciano», que dio origen a la palabra latina presbyter, de la que también derivan los términos «prete» en italiano o «priest» en inglés, ambos utilizados para referirse a un sacerdote.
Los siete sacramentos de la tradición cristiana
Los Sacramentos, y especialmente la eucaristía, se consideran el origen y la máxima expresión de toda la vida cristiana…
El rito de la Ordenación Presbiteral es el segundo nivel del Orden Sagrado, y elige Presbíteros, precisamente, hombres elegidos para colaborar con los Obispos, que al igual que éstos últimos pueden predicar la Palabra, administrar los Sacramentos y la Eucaristía, y dirigir una parroquia. Lo que no puede hacer un Presbítero es conferir a su vez el Orden Sagrado. Esta tarea, a todos los niveles, está reservada a los Obispos.
Normalmente, quien recibe la Ordenación Presbiteral ya es Diácono, es decir, ya ha recibido el primer nivel del Orden Sagrado y ya trabaja con un sacerdote. Es el Obispo diocesano quien imparte la Ordenación, en la catedral y durante una gran ceremonia solemne.
El sacramento del Orden Sagrado
Por tanto, no existe una diferencia real entre sacerdote, cura y presbítero: en todos los casos se trata de un hombre que ha recibido el segundo nivel del Sacramento del Orden Sagrado.
En efecto, el único Sacramento del Orden Sagrado se divide en tres niveles: Diaconado, Presbiterado y Episcopado.
El primer nivel del Orden Sagrado es el Diaconado, que designa a los Diáconos como asistentes de los Obispos. Pueden predicar la palabra de Dios, administrar el Bautismo y asistir en otros Sacramentos, pero no tienen las funciones pastorales y sagradas de los Presbíteros
El segundo nivel, el Presbiterio, designa a los presbíteros o sacerdotes, de los que hablamos en este artículo.
El tercer nivel, el Episcopado, es aquel con el que son investidos los Obispos, considerados sucesores de los Apóstoles, a quienes en virtud de esta ordenación se les confían los tres ministerios de enseñanza, gobierno pastoral y santificación.
Cómo convertirse en diácono: deberes y formación
¿Quién es el diácono y qué hace? ¿Cómo convertirse en diácono? Conozcamos más sobre esta figura…
Rito Ordenación Presbiteral
El rito de la Ordenación se divide en:
- ritos introductorios, con la presentación del futuro presbítero por parte de un diácono, que lo llama por su nombre, el diálogo entre el Obispo ordenante y el sacerdote que ha preparado al candidato, el interrogatorio por parte del Obispo a los candidatos sobre su voluntad de asumir los compromisos de la ordenación sagrada;
- ordenación propiamente dicha;
- ritos explicativos.
En los ritos introductorios es de particular importancia el Interrogatorio por parte del Obispo, que se divide en cinco preguntas, relativas respectivamente a la voluntad del futuro sacerdote de:
- cooperar en absoluta fidelidad con el Orden de los Obispos, al servicio del pueblo de Dios y bajo la guía del Espíritu Santo;
- asumir el ministerio de la Palabra para enseñarla;
- celebrar los misterios de Cristo, especialmente la Eucaristía;
- dedicarse a la oración;
- aceptar el propio papel de víctima ofrecida al Padre por la salvación de la humanidad, exactamente como hizo Jesús.
Los candidatos responden todos juntos diciendo: «Sí, estoy dispuesto». A la última pregunta, en cambio, responden: «Sí, quiero con la ayuda de Dios». Al Interrogatorio le sigue la Promesa de Obediencia, en la que cada candidato pone sus manos en las del Obispo y promete «filial respeto y obediencia» a él y a sus sucesores.
La Ordenación propiamente dicha consiste en la Imposición de las manos del Obispo sobre la cabeza de cada candidato, seguida de la Oración de Consagración pronunciada únicamente por el Obispo consagrante.
Siguen los Ritos explicativos:
- la Toma de hábito o Vestición de los hábitos sacerdotales, en la que los nuevos presbíteros visten la estola y la casulla;
- la unción Crismal con el Santo Crisma en las palmas de las manos;
- la Entrega del Pan y el Vino para la Celebración Eucarística.
Al final del ritual, el Obispo abraza y besa a cada candidato (Abrazo de la Paz) y los nuevos presbíteros concelebran la Eucaristía con él y todos los presbíteros presentes.
La hostia en la celebración eucarística
La hostia es un trozo de pan ácimo que simboliza el cuerpo de Cristo en la celebración de la Eucaristía…
Ideas de regalos para la ordenación sacerdotal
Dada la importancia de la Consagración sacerdotal en la vida de un hombre que ha elegido dedicar su vida al sacerdocio, es natural que amigos y familiares participen en este paso tan importante. La costumbre de hacer un obsequio especial al joven neosacerdote está muy extendida, y normalmente se eligen objetos que puedan serle útiles en su nueva vida como sacerdote o párroco.
Estos van desde las indumentarias, que pueden ser las clásicas Camisas Clergyman o Vestiduras Sagradas propiamente dichas, como la Estola o la Casulla. También son útiles los objetos litúrgicos y los accesorios necesarios para celebrar la misa: cáliz, copón, patena y custodia, que deben ser de oro o plata; casulla, tunicela, capa pluvial, velo humeral, que deben ser de seda; alba, purificador, palias, toallas, amitos de lino o cáñamo.
Para los sacerdotes jóvenes o los que tienen intención de viajar, también son muy útiles los Sets de peregrinación y las Fundas de viaje. Libros atemporales, quizá ediciones especiales de Textos litúrgicos o una Biblia para llevar siempre consigo.
Otras ideas de regalos, más personales, pueden ser objetos de arte de temática religiosa, desde cuadros a estatuas, pasando por el mobiliario sagrado, así como portarretratos, plumas estilográficas y atriles. Visita nuestra tienda en línea para descubrir muchas ideas originales e inolvidables para esta ocasión única.