10 crucifijos para tu hogar: descúbrelos en el catálogo de Holyart

Tener un crucifijo en casa. Una elección para muchos, una obligación y una necesidad para un cristiano. Símbolo del sacrificio de Jesús, aleja el Mal en todas sus formas y nos recuerda el amor de Dios en cada instante.

El crucifijo o crucificado (la nomenclatura es indiferente. De acuerdo con el diccionario «Crucificado» es el participio pasado de la crucificar, y significa «colgado en los clavos», «clavado»; «Crucifijo» es un sustantivo que significa «extendido», «clavado en la cruz» y coincide con la efigie de Cristo) es un símbolo fundamental en la religión cristiana.

Es, como todos sabemos, la representación de Jesús en la cruz en el momento de su muerte. Por lo general, se representa a Jesús medio desnudo, con la cabeza reclinada sobre el hombro y la frente rodeada por una corona de espinas. Sus manos están clavadas en los brazos de la cruz, sus pies en el tallo. Dos dedos de la mano derecha están doblados para indicar el número dos, para simbolizar a la segunda persona de la Santísima Trinidad. Jesús muestra en el costado la herida infligida por Longino. Casi siempre, justo encima de su cabeza están las letras I.N.R.I., iniciales de «Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum», Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos. Este es el Titulus crucis, es decir el motivo de la condena de muerte, lo cual era obligatorio indicar en las ejecuciones de este tipo.

A lo largo de los siglos, se desarrollaron diferentes iconografías, para representar la Crucifixión, como el Christus triumphans, Cristo triunfante sobre la muerte, vivo en la cruz, colocado en posición frontal con la cabeza erecta y los ojos abiertos, difundida a partir del siglo XII, o el Christus patiens de inspiración bizantina, en el siglo siguiente, que representa al Cristo sufriente con la cabeza reclinada sobre su hombro, los ojos cerrados y su cuerpo contraído en los espasmos de la agonía.

Entre los crucifijos modernos hay los crucifijos estilizados, con líneas agradables, sobrias y elegantes, pero también simples, esenciales, para un diseño único y nuevo.

Es interesante notar que, aunque la iconografía de la Cruz sigue siendo en gran parte fiel a los modelos Medievales, ha habido y sigue habiendo innumerables reinterpretaciones, vinculadas al estilo artístico adoptado por el ejecutor, a los materiales disponibles, pero también a las expresiones devocionales características del lugar de realización. Pensemos, por ejemplo, en ciertas representaciones particularmente crudas en el Sur de Italia, o incluso más en América del Sur o México, donde a menudo se representa a Jesús sangrando y humillado, rodeado de soldados enfurecidos contra él, condenado por los poderosos, en una transposición del destino sufrido por estos pueblos a través de siglos de persecución.

Más allá de las representaciones artísticas y la evolución de la figura de Jesús en la cruz, lo que queremos recordar aquí es que el crucifijo es un sacramental muy poderoso para la Iglesia Católica. Recordamos la definición de sacramental, reportada por el Catecismo de la Iglesia Católica: «La Santa Madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales. Estos son signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida» (Catecismo 1667).

Mantener un crucifijo en casa es una forma de tener siempre presente el sacrificio de Jesús, su inmenso gran amor por nosotros, pero también es una forma de alejar el mal, porque el crucifijo es el símbolo de la derrota de Satanás. Cada vez que nuestros ojos verán esta preciosa imagen, podremos extraer de ella nuevas fuerzas para rechazar las tentaciones y liberarnos del mal, fortalecidos por el amor de Jesús, del ejemplo inmortal de su gran sacrificio.

Hay crucifijos de todos los tamaños y hechos con cualquier material, desde madera hasta metal, a menudo precioso, hasta vidrio. La historia del arte está llena de ejemplos de esta representación, realizados por grandes artistas en forma de pintura, bajorrelieve, cinceladura. Pensamos en las obras de Giotto, Miguel Ángel, Cimabue, Donatello, etc.

Aquí presentamos los crucifijos que encontrarás en el catálogo de Holyart y que puedes elegir fácilmente en nuestra tienda en línea. Encontrarás crucifijos de madera, crucifijos de plata, crucifijos de pared, crucifijos de mesa, crucifijos modernos de pared y muchas otras soluciones adecuadas para cada hogar y cada decoración.

Cruces de San Benito

Incluso la Medalla de San Benito es un poderoso sacramental reconocido por la Iglesia Católica. En particular, se recomienda como un instrumento de exorcismo y liberación de las influencias demoníacas. Grabada en ambos lados, muestra en un lado a San Benito sosteniendo una cruz en su mano derecha, en la izquierda el libro que contiene su Regla monástica. Otros símbolos (la copa rota, el cuervo, el pan envenenado) recuerdan episodios de la vida del Santo. En la parte posterior, la medalla está dominada por una gran cruz por encima y alrededor de la cual están grabadas las palabras de un exorcismo muy poderoso.

En el catálogo de Holyart puedes encontrar las cruces auténticas de San Benito en metal, en madera de olivo y otras maderas preciosas, pero también en resinas, neutras o de color, como el hermoso Crucifijo Medjugorje con una medalla de San Benito de 26×18 cm., hecho por artesanos de Medjugorje, o la espléndida Cruz de San Benito con incrustaciones en madera y aluminio satinado y galvanizado, para protegerlo del deterioro con el tiempo, hecha en latón con baño de plata. El cuerpo es clavado a la cruz con clavos insertados en su parte posterior y la medalla, completa con todas las letras, no se fusionó con la cruz, sino que se insertó manualmente en el agujero de la cruz.

Crucifijos en cerámica, arcilla y porcelana

En cuanto a la cerámica, arcilla y porcelana, Holyart ofrece una rica selección de Crucifijos en cerámica artística, gres porcelánico de varios colores y tamaños, en arcilla refractaria hecha por Ceramica Centro Ave de Loppiano (Florencia) y en porcelana del artista Francesco Pinton. Un ejemplo particularmente valioso, este Cuerpo de Cristo napolitano de terracota pintado a mano con colores al óleo, y ojos de vidrio, de 45 cm de altura, un objeto de la más alta calidad realizado a mano, en Nápoles, por artesanos altamente especializados. Pensando en los crucifijos estilizados modernos, señalamos en cambio este Cuerpo de Jesucristo estilizado de arcilla refractaria blanca de 44 cm de altura, hecho a mano, primero trabajado con moldura manual en arcilla, luego horneado a más de 1000 °C. El acabado y el procesamiento se realizan completamente a mano, para darle líneas agradables, sobrias y elegantes.

Crucifijos de mesa

En nuestra tienda también encontrarás crucifijos con una base para apoyar sobre la mesa o sobre el altar, en madera y metal, como el Crucifijo con base cruz curva madera Valgardena coloreada (pero también está disponible en color madera), realizado a mano por artesanos de la Valgardena, según la mejor tradición artística local. Los artesanos y artistas esculpen la madera de los bosques alpinos y la pintan con maestría en cada detalle. Es un artículo de gran valor y calidad.

Cruz San Benito incrustaciones de madera 40x20
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Cuerpo de Jesucristo estilizado 44 cm. arcilla blanca
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Crucifijo con base cruz curva madera Valgardena coloreada
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Crucifijos de madera

Permaneciendo en el ámbito de los crucifijos de madera, en nuestro catálogo encontrarás todo tipo y tamaño, desde los clásicos hasta los crucifijos estilizados y modernos. La madera de olivo hecha a mano es ampliamente utilizada, tanto para cruces como para cuerpos de Cristo, pero también la madera de cerezo, abeto, etc. Muy particular el Crucifijo de Medjugorie en madera de abeto en raíz, realizado enteramente a mano por jóvenes carpinteros de Medjugorje (Bosnia y Herzegovina), hecho de madera de abeto que descansa sobre una raíz. La madera viene en un primer momento raspada, sucesivamente lacada con impregnación, pintada y barnizada. Un producto de gran calidad con la garantía de durar en el tiempo.

Crucifijos de metal

Los crucifijos en metal de Holyart están hechos de bronce y latón plateado y dorado, por artesanos que aún trabajan con métodos tradicionales. Líneas elegantes y muy originales para este Crucifijo en metal plateado y dorado, con la cruz formada por uvas y sarmientos de la viña plateados y dorados. Hecho de una pequeña empresa italiana, se produce por métodos tradicionales y el metal se somete a tratamiento con múltiples fases para asegurar calidad y durabilidad.

Crucifijos de piedra

La mayoría de los crucifijos de piedra de Holyart fueron hechos a mano por las monjas del Atelier d’Art de Bethléem (Francia), o en piedra de Medjugorje del monte Podbrdo. Son artículos valiosos, de gran calidad y únicos en su género. Pensemos, por ejemplo, en la Cruz Pascual de piedra Bethléem, realizada con Piedra de los Pirineos por las monjas del Monasterio de Bethléem, en Francia, con métodos artesanales y un estilo único, que lo convierten en un objeto de gran valor y alta calidad.

Crucifijos de vidrio o plexiglás

Modernos e innovadores crucifijos de vidrio y plexiglás de Holyart. Estas cruces son todas realizadas a mano y están hechas 100% en Italia. Algunas son reproducciones de famosos crucifijos de la historia del arte sacro italiano reproducidos en plexiglás por importantes artistas. Otros son crucifijos en vidrio con un estilo moderno, pero siempre el resultado de un trabajo manual con la antigua técnica de Murano de maestros artesanos. Pensemos en el Crucifijo en vidrio topacio con cuerpo dorado, un crucifijo de muro en vidrio trabajado con efecto topacio y el cuerpo de Cristo en metal dorado.

Tau de muro

La Tau, símbolo de la Redención y de la Cruz tan querida por San Francisco, regresa en la Tau de muro de Holyart Tau, hecha de diferentes materiales, madera de olivo, cerámica, cuero, corteza, todos adecuados para ser colgados en el muro. Un ejemplo para todos, la Tau cruz en madera de olivo, con la cruz en forma de Tau y el cuerpo de Jesús en metal plateado cepillado, hecho en Italia, con materiales de origen exclusivamente italiano.

Crucifijo plateado y dorado, uva y sarmientos. 24 cm
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La compasión
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Cruz imitación nácar Padre y Espíritu Santo
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Tau olivo metal plateado 37cm
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