La oración de los 5 dedos del Papa Francisco

La oración de los 5 dedos del Papa Francisco

La oración de los 5 dedos es una forma eficaz sugerida por el Papa Francisco para no olvidar a nadie en nuestras oraciones

Cuando el Papa Francisco era Obispo de Buenos Aires, ya manifestaba todas esas características humanas y de hombre de fe que todos apreciamos todavía hoy en día. En primer lugar, su amor por la sencillez, que no debe confundirse con banalidad o superficialidad. Hablamos de la capacidad de hacer que incluso conceptos y acciones muy complejos, solemnes y profundos sean fácilmente comprensibles y utilizables para todo el mundo. Como cuando se intenta explicar algo complicado y difícil de entender a un niño. La oración de los 5 dedos es precisamente uno de estos mensajes e instrumentos ‘facilitados’, creados por el Pontífice para acoger al mayor número posible de fieles y ayudarlos en su camino de devoción y fe.

El Papa Francisco escribió esta oración hace más de veinte años, e inmediatamente la regaló a los devotos argentinos, que la apreciaron inmensamente. La oración de los 5 dedos no es nada más que una lista de personas por las que es correcto y adecuado rezar cada día, divididas en grupos ‘asociados’ a los dedos de una mano, para establecer una especie de escala de prioridades. El concepto básico es uno solo: el amor al prójimo.
Hemos visto, deteniéndonos en algunos santos y beatos, como la Madre Teresa de Calcuta, como el concepto de caridad es importante e imprescindible para un cristiano. La caridad es la virtud en nombre de la cual el hombre ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. La base de la caridad es el amor. Jesús nos dejó un mandamiento nuevo, en muchos sentidos el más importante, que debería ser la base de nuestra vida cada día. «Les doy un mandamiento nuevo: Ámense unos a otros; como yo los he amado, así también ámense los unos a los otros.»  (Juan 13,34)

Madre Teresa simbolo de caridad

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El amor debe ser la prioridad para cada uno de nosotros, no sólo en la ayuda al prójimo, que puede manifestarse en obras de caridad y misericordia, sino ante todo con el amor a los que están cerca de nosotros. La oración del Papa Francisco se basa en:

  • amor a la familia;
  • dedicación a los demás;
  • acogida;
  • misericordia;
  • devoción a Dios.

Durante octubre mes del Rosario recordemos la importancia del amor, lo prioritario que es en nuestra existencia. El Rosario es un instrumento devocional ideal para transmitir este amor, porque entre todas las oraciones es la que más nos acerca a Jesús, a través de la intercesión de Su Madre e imitando su ejemplo.

Oración de los 5 dedos del Papa Francisco

El pulgar es el dedo más cercano a ti.
Así que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es “una dulce obligación”.

El siguiente dedo es el índice.
Ora por quienes enseñan, instruyen y sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás. Tenlos siempre presentes en tus oraciones.

El siguiente dedo es el más alto.
Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública… Necesitan la guía de Dios.

El cuarto dedo es nuestro dedo anular.
Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios.

Y por último está nuestro dedo meñique.
El más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y ante los demás. Como dice la Biblia “los últimos serán los primeros”. Tu meñique debe recordarte orar por ti… Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos, verás tus propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las tuyas.