Siempre es bella la idea de poder construir un pesebre hecho en casa, personalizándolo y enriqueciéndolo con detalles únicos, poblándolo con figuras elegidas sobre la base de su propia experiencia, de los recuerdos de la infancia, o simplemente por el gusto de encontrar algo familiar e íntimo en una tradición tan antigua y hermosa.
Pero desafortunadamente hoy estamos siempre de prisa, y muy a menudo las fiestas navideñas coinciden con los períodos en los que el trabajo se hace aún más apremiante, los compromisos aumentan, y el tiempo para dedicar a lo que realmente nos gusta disminuye cada vez más. Esto no significa tener que renunciar al pesebre, absolutamente. Afortunadamente existen hermosos pesebres que se venden ya completos, con todos los accesorios y las figuras.
Se trata de pesebres muy bien hechos, con cabañas, pueblos y ambientes perfectamente reconstruidos. Pueden ser de tamaños pequeños, medianos y grandes, según las necesidades y el espacio disponible, y se pueden realizar de diferentes materiales, de la piedra hasta la madera de arce o de olivo, porcelana, resina, para todos los gustos y todos los presupuestos.
Incluso los estilos varían mucho: hay pesebres completos que recuerdan las grandes tradiciones italianas del pesebre, desde el napolitano hasta el de la Val Gardena.
Comprar un pesebre completo es cómodo y asegura un resultado seguro para cada tipo de casa y decoración. Además, en este tipo de pesebres las figuritas ya están todas perfectamente coordinadas entre sí mismas, en una armonía de formas y realización que garantizan elegancia y sobriedad. Un orden que a menudo falta en los pesebres hechos en casa, donde las diferentes figuras entre ellas, por estilo y tamaño, conviven en una mirada no siempre muy agradable. Algunos de estos pesebres completos, después, pueden llegar a ser verdaderos elementos de mobiliario y de diseño, que darán valor a su casa o a la casa cuyos amigos elegiréis regalarlos.