Fiesta de los Lirios: la devoción de la ciudad de Nola a San Paulino

Con las imponentes máquinas en forma de Lirio portadas a hombros por los devotos, la Fiesta de los Lirios de Nola es una emocionante explosión de tradición y devoción

¿Qué es y cuándo se celebra la Fiesta de los Lirios? Cada año, el 22 de junio si es domingo o el domingo siguiente al 22 de junio, Nola celebra a su patrón, San Paulino, con esta magnífica celebración, incluida desde diciembre de 2013 en el Patrimonio oral e Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. La Fiesta de los Lirios de Nola es una explosión de tradición, devoción y alegría popular que tiene lugar cada año en la pintoresca localidad campana. Esta fiesta, con sus imponentes estructuras en forma de lirio llevadas a hombros por los devotos, es un verdadero espectáculo de fe y orgullo comunitario.

No es la única fiesta patronal que ofrece el Sur de Italia, especialmente en los meses de verano. Entre las cinco fiestas patronales más famosas están las de San Genaro en Nápoles, San Nicola en Bari, Santa Ágata en Catania, San Juan en Salerno y San Biagio en Ragusa. Pero es sobre todo el verano en Sicilia que ofrece una amplia selección de fiestas patronales, con sus diez celebraciones más importantes que iluminan las ciudades con procesiones, fuegos artificiales y momentos de gran alegría. Entre ellas, se incluyen la fiesta de Santa Rosalía , patrona de Palermo, San Juan en Cefalú, San Vito en Mazara del Vallo y muchas otras que representan plenamente el alma festiva y colorista del verano siciliano. Estas fiestas encantan a los visitantes, ofreciéndoles la oportunidad de sumergirse en las tradiciones locales y de experimentar la hospitalidad y la alegría que impregnan el Sur de nuestro país.

Volviendo a Nola y a la Festa de los Lirios, ella toma su nombre de los Lirios, las máquinas procesionales, testimonio de un arte antiguo y extraordinario, conocidos precisamente como los Lirios de Nola. Se trata de imponentes obeliscos danzantes de madera, arcilla y papel maché coloreado, que superan los veinte metros de altura, sostenidos por grupos de acunadores. Estos últimos, con una fuerza y una destreza sorprendentes, transportan los obeliscos por las calles de la ciudad, creando un espectáculo sin precedentes.

La Festa de los Lirios de Nola es una manifestación de devoción religiosa que hunde sus raíces en la historia milenaria de la ciudad. Los Lirios de Nola representan un símbolo de fe y unidad para la comunidad local, que participa con entusiasmo en la construcción de los Lirios y en la organización de la fiesta. Esta tradición única y fascinante sigue atrayendo a visitantes de todo el mundo, fascinados por su belleza y su profunda espiritualidad.

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¿Cuándo nació la Fiesta de los Lirios de Nola?

La Fiesta de los Lirios de Nola es una celebración tradicional que hunde sus raíces en la historia antigua. Parece ser que los Lirios tienen su origen en el majo-árbol, el gran árbol símbolo de fertilidad utilizado en los antiguos rituales paganos antes de la llegada del Cristianismo.                 La Fiesta de los Lirios, tal y como la conocemos hoy en día, está muy sentida y profundamente arraigada en la cultura de la ciudad de Nola. Sus orígenes se remontan al año 410 d.C., cuando Nola fue invadida por los Vándalos. La ciudad fue saqueada y muchos de sus habitantes fueron capturados y deportados como esclavos. Entre ellos se encontraba el entonces obispo de Nola, Poncio Meropio Anicio Paulino. Con la Fiesta de los Lirios, Nola celebra su liberación, recordando al santo y llevando en procesión los Lirios creados en su honor. Así nació la Festa del Lirio, o Fiesta de los Lirios.

¿Qué son los Lirios de Nola?

Los Lirios de Nola son enormes estructuras de madera que representan torres en forma de lirio. Son fabricadas con cuidado y destreza por artesanos locales, que dedican meses enteros a su preparación. Cada Lirio mide unos 25 metros de altura y pesa varias toneladas. Hechos de papel maché y arcilla, se construyen en torno a la «borda», un eje central que soporta todos los elementos estructurales, garantizando la máxima estabilidad. La estructura se compone de un robusto telar de madera, y el cartón piedra está coloreado y decorado con flores, cintas y símbolos religiosos.

Los Lirios de Nola son 8 y toman su nombre de las antiguas corporaciones de artes y oficios: Hortelano, Carnicero, Petrolero, Panadero, Barquero, Zapatero, Herrero, Sastre. La construcción de los Lirios de Nola involucra a toda la comunidad. Cada barrio de la ciudad tiene su propio Lirio y los habitantes se reúnen para trabajar juntos a su preparación. Es un momento de gran unidad e intercambio, en el que las habilidades artísticas y manuales se transmiten de generación en generación.

La Fiesta de los Lirios comienza con una solemne procesión por las calles de Nola, dirigida por el Lirio principal, dedicado a San Paulino.                                                                                              La torre de madera se lleva a hombros de los portadores, los «acunadores«, por el movimiento de balanceo que producen al avanzar, similar al acto de acunar. El conjunto de acunadores que se turnan para sostener la torre durante todo el trayecto se denomina «paranza» y está formado por 128 «paranze» cada uno, que deben demostrar gran habilidad y fuerza para sostener el Lirio. Los acunadores levantan y maniobran los lirios utilizando barras, unas hachas especiales.

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La procesión va acompañada por una banda de música y canciones tradicionales. Las calles de Nola se llenan de espectadores y fieles que asisten a la majestuosidad de los Lirios y participan en la devoción religiosa. La fiesta continúa durante todo el día, entre oraciones, celebraciones y momentos de convivencia.

Además de los 8 lirios, durante la fiesta se lleva en procesión el Barco también, otra magnífica estructura escénica que recuerda el regreso de San Paulino a Nola por mar.

La historia de San Paulino de Nola

San Paulino de Nola, conocido como Meropius, nació en Bordeaux, en Francia en el siglo IV. Fue obispo y santo cristiano, conocido por su gran generosidad y dedicación a los más necesitados. No sólo donó todos sus bienes para rescatar a los habitantes de Nola hechos prisioneros por los bárbaros y apoyar a las familias que habían caído en desgracia, sino que se ofreció como prisionero para liberar al hijo de una viuda que había sido enviado a África como esclavo a la corte del rey. Allí, Paulino se hizo pasar por jardinero y consiguió hacerse popular entre todos, incluso entre el rey, gracias a su buen corazón y a su poder de adivinación. Cuando el rey descubrió que su jardinero era en realidad un Obispo, lo liberó al instante, y con él a todos los prisioneros de Nola. Los habitantes de la ciudad acogieron con júbilo al obispo y a sus compatriotas liberados y regalaron a Paulino un lirio, símbolo de su alegría. Por eso, cada año, la ciudad de Nola renueva su devoción a San Paulino a través de la Fiesta de los Lirios, testimonio de la profunda fe y del vínculo indisoluble entre los habitantes de Nola y su santo patrón.