Los Hermanos Hospitalarios: los hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios

Los Hermanos Hospitalarios: los hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios

Los Hermanos Hospitalarios es el término popular que se llaman los frailes pertenecientes a la Orden del Hospital San Juan de Dios. Esta denominación proviene de la frase: «Haced bien por amor de Dios, hermanos míos» con la que San Juan de Dios, fundador de la orden, y sus primeros compañeros solían acompañar a sus obras de misericordia.

Los Hermanos Hospitalarios nacen y existen de siempre como orden hospitalaria, devota en particular a la causa de los últimos entre los hombres, los pobres, los enfermos y las prostitutas.

El movimiento nació como laico en España en la primera mitad del siglo XVI, y pronto se convirtió en una comunidad religiosa. Además de dedicarse a los menos afortunados, los hermanos de la orden, como en muchos otros Monasterios, seguían las reglas de pobreza, castidad y obediencia profesadas por San Agustín.

Los Hermanos Hospitalarios se extendieron rápidamente, incluso fuera de España, en Europa y en las tierras de Misión. Libres de limitaciones territoriales, iban dondequiera que había la necesidad de ellos, en los campos de batalla en los barcos que navegaban en los océanos, hasta los confines del mundo.

La misión de los Hermanos Hospitalarios era y es de ayudar cualquiera que necesite ayuda, sin distinciones étnicas, sociales y religiosas.

San Juan de Dios había llevado una vida aventurera, antes de encontrar la Fe. Había sido pastor, mercenario, albañil, vendedor de libros, siempre viajando entre España y Portugal, sin raíces, sin hogar. En 1538, después de haber escuchado en la ciudad de Granada, un sermón de San Juan de Ávila, se dio cuenta que tenía que dedicar su vida a los demás. Su fervor inicial era tal que, tomado por un loco, fue recluido en el Hospital, pero esto sólo sirvió para reforzar su decisión de ponerse al servicio de los pobres y de los enfermos. Según Lombroso, a él se debe la creación de los primeros hospitales modernos, donde los pacientes están divididos de acuerdo a las enfermedades y necesidades. En estas estructuras, los hermanos de la Orden no sólo asistían a los enfermos, sino estudiaban medicina y cirugía, adquiriendo los conocimientos necesarios para traer un beneficio real a los enfermos.