Cómo rezar el rosario – los 10 pasos fundamentales

Cómo rezar el rosario – los 10 pasos fundamentales

La corona del rosario está formada por granos ensartados mantenidos juntos por un hilo o una cuerda. Cada grano del rosario simboliza una invocación y una oración cristiana. Por lo tanto, se trata de una herramienta valiosa para acompañar y decir la oración de los fieles, y también para favorecer su meditación, en un momento de comunión y cercanía a Dios.

Aquí está cómo se debe de decir el rosario correctamente:

  1. Tomar el crucifijo entre los dedos y recitar el Credo, la declaración de fe más alta y auténtica para los católicos, su manera para enfatizar su convicción de la existencia de Dios, Cristo y el Espíritu Santo.
  2. Primero grano del Rosario: Padre nuestro. Después del Credo la mano se desliza sobre el primer grano y se recita el Padre nuestro, la oración que Jesús enseñó a sus discípulos para que la pudieran dirigir al Padre como signo de devoción.
  3. Tres granos para el Avemaría. Al deslizar entre los dedos los tres granos que siguen al primero, se debe recitar tres veces el Avemaría, oración que simboliza la Fe, la Esperanza y la Caridad.
  4. Doxología: el Gloria. El siguiente grano corresponde con una oración que alaba, exalta y glorifica a Dios. Por lo general es el Gloria al Padre.
  5. Primera décima. Un grano más grande o una medalla indican el inicio de la primera «décima» del rosario. Rezar el Padre nuestro.
  6. Diez Avemarías. Diez perlas que siguen en sentido antihorario el grano o la medalla. Para cada una de ellas rezar un Avemaría.
  7. Fin de la primera décima. Al final de la primera décima se recita otra Doxología (Gloria).
  8. Décima siguiente. Rezar otro Padre Nuestro y se pasa a la Décima siguiente, con otros diez Avemarías, continuando así hasta el agotamiento de las perlas. (el rosario consta de diez décimas)
  9. La medalla central. Al llegar a la medalla central se reza un Salve Regina en honor de María.
  10. Los Misterios. El rosario también puede ser utilizado como una herramienta de meditación y reflexión. En este caso, mientras se recita, se tendrá que asociar a la oración la reflexión sobre un Misterio ligado a la vida de Jesús o de la Virgen María. De esta manera el fiel fortalecerá su vínculo con estas dos figuras sagradas.