Mantenimiento de la madera: cómo cuidarla a lo largo de los años

Mantenimiento de la madera: cómo cuidarla a lo largo de los años

Mantenimiento de la madera: cómo y por qué. Esto es lo que hay que hacer para proteger y hacer que duren los muebles y complementos de decoración

Ya hemos hablado en el pasado de lo importante que es el mantenimiento y la limpieza de los objetos que amamos, especialmente los preciosos. En un artículo, nos centramos en la limpieza y el almacenamiento de joyas y objetos de plata. Hoy, en cambio, hablamos del mantenimiento de la madera, de lo que hay que hacer para conservar en su mejor estado los muebles de nuestro hogar, pero también objetos de todo tipo fabricados con este maravilloso material, como estatuas de madera, cajas y antigüedades.

Mantenimiento y limpieza de la madera

En primer lugar, al hablar del cuidado de la madera, hay que pensar en la limpieza de las superficies leñosas, especialmente las que no están protegidas por barnices, impregnantes y fondos. Con el tiempo, el polvo, los contaminantes y el desgaste del tiempo dañan la madera, pero debemos prestar mucha atención a los productos con los que decidimos tratarla, porque un detergente demasiado agresivo puede hacer daños aún peores. Lo mejor es utilizar un detergente neutro, u otros productos de uso cotidiano, como veremos más adelante, así como paños de microfibra o cuero de ante. Nunca utilices productos demasiado agresivos o abrasivos.

Además de los numerosos productos para la limpieza de la madera que existen en el mercado, te sorprenderá descubrir cuántos y cuáles de los productos de uso cotidianos que tienes en casa pueden ser aún mejores para el cuidado y la limpieza de este espléndido material.

Los enemigos de la madera son el polvo, que debe eliminarse delicadamente, pero también las posibles manchas debidas al tiempo, la humedad, el desgaste e incluso una limpieza incorrecta.

Especialmente si tienes en casa muebles valiosos, estatuas sagradas de madera u otras antigüedades preciosas, además de limpiar periódicamente el polvo debes utilizar productos especiales para pulir la madera y nutrirla en profundidad.

Los pisos de parquet son un clásico atemporal, pero necesitan ser tratados con productos que mantengan la belleza de la madera incluso después de años, limpiando sin dañar el acabado y el barniz.

Restauración de la madera

A la hora de restaurar la madera, ya sean muebles, objetos con incrustaciones, estatuas o bajorrelieves de madera, hay que tener en cuenta en primer lugar los numerosos enemigos de este material. La restauración de la madera es a menudo un proceso sin retorno, porque una vez que se ha intervenido en un mueble, un objeto o una estatua antigua, no se puede volver a su aspecto anterior.

La madera absorbe la humedad que, además, es uno de sus principales enemigos porque hace que se hinche y se pudra. Obviamente, esto constituye un gran problema sobre todo para los muebles y objetos que se dejan al exterior o en lugares insalubres, especialmente si constan de varias piezas ensambladas entre sí que, debido a la humedad que las hincha y al calor que las seca posteriormente, tenderán a moverse o, en el caso de las estatuas de madera, por ejemplo, provocarán grietas y cuarteaduras en el barniz y el dorado.

También los cambios de temperatura y de luz pueden alterar el color y el aspecto de los objetos de madera.

Los ratones y los insectos pueden representar un gran riesgo para la madera, especialmente para muebles, estatuas y objetos que se dejan al aire libre o se guardan en lugares húmedos, oscuros o sucios. Por eso, los objetos y muebles de madera deben tratarse con un tratamiento anticarcoma eficaz que elimine también los huevos de estos insectos.

Además, si tenemos que intervenir en un mueble u objeto de madera sustituyendo una pieza dañada, debemos asegurarnos de utilizar la misma especie de madera, previamente tratada y curada para prevenir muchos de los daños relacionados con la luz, la humedad y la temperatura.

Cómo limpiar la madera con métodos naturales

Si prefieres evitar los productos químicos e inevitablemente agresivos para limpiar la madera, puedes aprovechar un viejo remedio ‘de la abuela’, que aumentará el brillo de todas las superficies, realzando las vetas naturales, y todo ello sin dejar manchas. Basta con mezclar 1 parte de vinagre blanco o vinagre de sidra de manzana con 3 partes de aceite de oliva o aceite de linaza y extender la mezcla resultante sobre la superficie que se desea limpiar con un paño de piel de ante o un paño de algodón o microfibra, frotando con movimientos circulares siguiendo las vetas. Al aumentar el aceite también aumentará el coeficiente de brillo.

En el campo de los productos naturales para la limpieza del hogar, también la cera de abejas es perfecta para los muebles de madera ya que es un excelente abrillantador natural. No solo los deja brillantes y bonitos, sino que incluso los protege con el tiempo cerrando los poros de la madera. Esto también la hace óptima para los pisos de parquet y para proteger los muebles de manchas y halos. Para aplicarla, se puede utilizar un cepillo de cerdas suaves, siguiendo siempre la dirección de las vetas, y luego retirarla suavemente con un estropajo. Una pasada final con un paño de lana suave dará a la superficie el máximo brillo.

Utilizar el jabón de Marsella tendrá el doble efecto de nutrir la madera además de limpiarla, y todo ello sin utilizar productos químicos agresivos. En madera barnizada, como la de los muebles antiguos, disuelve 1 parte de jabón de Marsella en escamas en 3 partes de agua tibia, y luego extiende la mezcla con un paño de vellón o microfibra. Añadiendo un poco más de agua se obtiene un excelente detergente para pisos de madera. El jabón líquido, por su parte, es excelente para eliminar manchas difíciles de muebles de madera barnizados o lacados. Mezcla una cucharadita con el zumo de medio limón y 3-4 gotas de aceite esencial, viértelo todo en un pulverizador vacío y úsalo como detergente.

Para oscurecer la madera y darle un efecto más antiguo, utiliza una tacita de café fuerte mezclado con medio vaso de agua y aplícalo con un pincel. En cambio, para reavivar el color natural, puedes utilizar vino blanco diluido en agua sobre madera clara y vino tinto sobre madera oscura.

Si se trata de pequeños arañazos superficiales, se puede utilizar manteca de cacao o lápices de cera derretidos al baño maría, o incluso crema para zapatos si se encuentra el color adecuado. Para arañazos profundos, se pueden utilizar barritas de cera de abeja como un auténtico emplaste.